miércoles, 16 de enero de 2008

EL BAÑO DE TUS MASCOTAS

El baño en las mascotas ha sido un tema muy discutido por los expertos. Varios veterinarios opinan que el baño no es necesario y que de hecho es perjudicial para la piel y el pelaje del animalito. Sin embargo, un baño bien realizado puede ser saludable, equilibrar los aceites y es la forma más eficaz de eliminar cualquier parásito o pulga que tenga tu mascota. También, se considera que para aquellos perritos que son nerviosos y que sufren de un alto nivel de estrés, puede ser una verdadera terapia de relajación.

Para la limpieza adecuada se necesita un cepillo, un algodón, agua tibia, una tina, dos toallas, champú o jabón especial para tu perro.

Lo primero que se debe hacer es cepillarlo con mucho cuidado de no maltratarlo, para quitarle la suciedad, y deshacer los nudos de tu mascota si tiene el pelo largo. Después, con delicadeza y algodón debes limpiarle bien las orejas, asegurándote de hacerlo únicamente en la oreja externa. El oido interno es mejor que lo limpie el veterinario.

Después, puedes colocar a tu perro en una tina o bañera, y enjuagarlo con suficiente agua tibia. Seguidamente, se aplica el champú o jabón, que debe ser especial para perros y recomendado por el veterinario. No se debe aplicar directamente del frasco, y además debe ser especialmente indicado para no irritar los ojos.

La cabeza de tu amiguito debe ser excluida de este proceso para protegerle los ojos. Una vez que has masajeado suavemente el champú por todo su cuerpo se procede a enjabonarle la cabeza. De nuevo, debes primero poner una pequeña cantidad del champú en tu mano y luego aplicarla suacvemente sobre la cabeza, dejando sus ojos intactos.

Luego, se debe enjuagar con agua tibia la cabeza y secarla con una toalla pequeña. Después, se procede a enjuagar todo el cuerpo con agua tibia. Es importante restregar bien (aunque delicadamente) para que no queden residuos de champú.

A continuación, se le debe colocar una toalla o salida de baño, para que el exceso de agua desaparezca y con una mota de algodón se tiene que quitar el agua de las orejas. estas deben quedar lo más secas posible. Si quieres puedes usar el secador, pero esto debe hacerse sólo en el caso de que la mascota no se asuste con el ruido. Utiliza la velocidad más baja y el calor menos intenso para no resecar su piel. Después, se procede a cepillarlo.

Los perros se reconocen a sí mismos por su olor. Por eso, después de bañarlo quedan confundidos y van rápidamente a revolcarse a la tierra para recuperar su olor. Si no quieres que todo el baño haya sido inútil, debes mantenerlo alejado de cualquier zona de tierra o barro.

Sigue estas recomendaciones y verás que tu perrito estará limpio, sin parásitos. Y lo mejor de todo es que no habrás dañado su salud.

LOS ECTOPARASITOS, GARRAPATAS Y PULGAS

Las tan temidas garrapatas forman parte de la familia de los ectoparásitos, aquellos que desarrollan su vida en la superficie del huésped. Para garantizar la salud del animal y de los seres humanos que conviven con él es fundamental mantener lo más alejados posible a todos estos seres que tanto daño pueden causar tanto en la mascota como en su dueño. Para ello, es aconsejable dotar al perro de un adecuado collar antiparasitario y utilizar productos especiales para el baño. También es importante controlar las zonas de estancia de la mascota.

Los ectoparásitos están divididos en dos grupos principales: arácnidos (garrapatas y ácaros) e insectos (pulgas).

Arácnidos
Un arácnido tiene solamente dos segmentos corporales: una cabeza unida (prácticamente fundida) al tórax y el abdomen. El adulto tiene cuatro pares de patas y carece de alas o antenas.


Las garrapatas viven a costa de la sangre que obtienen del perro; según sus características morfológicas pueden dividirse en: garrapatas de tipo duro, de cuerpo oval y puntiagudo por delante, que poseen unas estructuras en su cabeza (palpos) mediante los cuales inspeccionan al hospedador. La fijación la realizan mediante otra estructura denominada 'hipostoma'. El abdomen puede aumentar varias veces su tamaño para almacenar la sangre; esto es típico de las hembras. Por su parte, las garrapatas de tipo suave, tanto machos como hembras, dilatan su abdomen al ingerir sangre del huésped.

Los ácaros son arácnidos que solo pueden verse de forma clara bajo el microscopio. De cuerpo redondo y achatado, se alimentan de escamas de la piel del perro (algunos se alimentan de líquido linfático). Algunos excavan túneles bajo la piel donde viven, se alimentan y ponen huevos; otros viven en los folículos del pelo y en las glándulas asociadas de la piel. Insectos
Poseen tres partes corporales: cabeza, tórax y abdomen. A veces tienen alas y a veces no. Suelen disponer de un par de antenas sobre su cabeza y tres pares de patas que salen del tórax.

Las pulgas suelen ser origen de gran incomodidad y molestas reacciones alérgicas (saliva). Tanto los perros como los gatos son infectados por pulgas. Sus cuerpos son achatados lateralmente y sus poderosas patas les permiten saltar grandes distancias.

Daños al huesped
Entre los principales daños que los parásitos externos pueden causar a la mascota, hay que resaltar los siguientes:

Irritación: al alimentarse a través de la piel, suelen provocar picor intenso; el animal se rasca y se produce una lesión secundaria. Estas heridas (por picadura del parásito y por rascado del huésped) son susceptibles de infectarse por bacterias oportunistas. Los daños causados por los ácaros en la piel se conocen con el nombre de sarna y se caracteriza por inflamación de la piel y ausencia de pelo.

Transmisión de enfermedades: uno de los inconvenientes fundamentales de la acción de las garrapatas es la posibilidad de transmitir graves enfermedades (babesiosis). En el caso de las pulgas, el efecto transmisor también es posible (Dipylidium caninum).

Reacciones tóxicas: algunas garrapatas, al alimentarse, liberan toxinas en la sangre del huésped. Esto puede provocar una parálisis y causar la muerte del animal.

Pérdida de sangre: evidente pérdida por la ingestión de los parásitos de este inapreciable elemento. Suele evidenciarse por debilidad y anemia (analítica sanguínea).


Garrapatas
: se deben tratar los perros y su ambiente. Es importante tratar las zonas de estancia y paso con productos adecuados. Los animales infectados se tratarán con productos específicos y de acción probada; es importante tener en cuenta las contraindicaciones marcadas por el fabricante, especialmente en cachorros y en hembras gestantes.

Ácaros: no existe una prevención eficaz, por lo que siempre nos dirigimos al tratamiento cuando el problema aparece. En tal caso, se aplicará el tratamiento oportuno, según el tipo de ácaro y localización orgánica.

Pulgas: es indispensable el tratamiento del animal y de su entorno. Los tratamientos preventivos deben aplicarse de forma regular y no sólo en épocas de máxima presencia.

http://www.mascotasyhogar.com