miércoles, 2 de enero de 2008

TOM URGENTE

Este chico tan guapo se llama TOM



Lleva desde ke tenia 5 mesines encerrado en una triste y fria jaula, ya lleva asi casi un año.
Esta muy triste y deprimido.


Ya no come, se esta dejando morir, morir de pena.
No kiere pasarse asi toda su vida y no hay nadie ke kiera ayudarle.


Por favor, Tom solo pide una oportunidad, ke nunca ha tenido.
Necesita ke alguien le ofrezca su hogar como casa de acogida para ke pueda recuperarse.
Necesita cariño, mimos....



Nadie puede ayudarle???
Es un perro bueno y cariñoso, joven (a penas tiene año y medio), y con una cara tan bonita....
no es justo ke vaya a morir entre rejas.


SI ESTAS INTERESADO ESCRÍBEME PERRIYOPONY@GMAIL.COM O LLAMA AL 677411364


ADOPTADO

UNA HISTORIA REAL Y GRACIOSA


En agosto estando en Picos de Europa, mientras comía junto a un aparcamiento situado en el Jitu Escarandi, sentado en la hierba, se me acercó sigilosamente un perro mastín que tenía de alzada casí un metro que me puso los pelos de punta, estaba tan flaco que se ponía de perfil y no se le veía más que la cabeza. El caso es que el bicho se me tumbó a la espalda y comenzó a darme golpecitos con las pezuñas. Imaginaté el cuadro, yo que pensaba que me habría metido en la zona de algún rebaño que no había visto por ningún lado y que aquel mastín se veía en la obligación de devorarme entero y resultó que el perro venía a mi al olor de mi turrón, (porque estaba comiendo turrón del duro). Tuve que darle, entre empujones a su cabezota, una de las dos tabletas que llevaba la caja y el tío cada vez que le quitaba la cabeza de mi hombro venga a hacer ruidos guturales de regusto por la comida.

Finalmente después de comer me acompañó unos cinco kilómetros andando y yo flipando porque pensaba que me acababan de adoptar y yo sin saberlo. El bicho se perdía por el camino por delante mío y cuando pensaba, entre curva y curva, que ya no estaba, siempre aparecía esperándome en algún recodo. Al llegar yo a su altura el perro me dejaba que le adelantara y después él me pasaba a mí a la vez que me daba un toque en la pierna con su cabezota, de verdad te digo que como dicen los cursis, "no daba crédito a lo que veía". A todo esto yo ni le miraba para no provocar que él no se hiciese ilusiones creyendo que yo quería que me acompañase, pero nada que para el can yo era el amigo que necesitaba para andar por aquel camino o vete tu a saber para cuántos caminos me había elegido por amigo.
Llegué a pensar que el bicho hubiese sido abandonado por allí hacía poco tiempo, al llegar a la edad adulta, (no tenía collar aunque parecía estar límpio),y que lo que estaba era buscando un nuevo amo y que me iba a dar a mi una oportunidad, te digo esto a tenor de cómo movía el rabo cada vez que yo llegaba andando hasta donde él me estaba esperando.

La verdad es que aparentaba ser de lo más dócil e inteligente y parecía que sólo le faltaba hablar. En un par de ocasiones me crucé con un par de parejas, chico-chica, mientras el perro caminaba por delante, relativamente cerca de mí y te aseguro que al ver las caras desconpuestas y pelín caguetas con las que me miraban no tuve más remedio que decirles que el perro se me había acoplado y que no era mío.

Como iba hacia el coche ya que me marchaba para casa, no hacia más que darle vueltas sobre cómo actuar cuando llegase, lo dejaría allí mientras me mirara, lo metería al maletero y dejaría algún pastor del lugar sin perro, o me dirían en Bejes, que es donde tenía el coche, "eh tu llevate ese perro de aquí o avisamos a la Guardia Civil.

Finalmente er mardito mientras me acompañaba escuchó unos ladridos de lejos y se metió como alma que lleva el diablo entre unos jaros y desapareció. Yo aceleré el paso pensando que no debía dar más oportunidades para que me adoptasen y cuando llegué a Beges le comenté a un lugareño lo del perro y me dijo que era del pueblo pero que había cogido el habito de irse hasta el Jitu Escarandi porque allí le daban comida.